Aunque el título de "El regreso de los Ratones Verdes" parezca apto como para una película de ciencia ficción barata, tipo aquella de los tomates asesinos, no es otra cosa que una triste realidad. La selección mexicana ya no gana fuera de México ni en juegos amistosos. Y ya no solo es que no gane, ni siquiera se ve una idea clara de juego.
Ya somos clientes de los vecinos del norte, los que hace apenas unos años creían que el golf era más deporte de hombres que el futbol soccer. El siguiente juego es contra Costa Rica como locales, contra el único equipo que nos ha ganado en el Azteca. Sigo confiando en la clasificación pero siendo realistas, si no se gana este juego las cosas se pueden poner feas. Sobre todo para el técnico y algunos directivos de la comisión de selecciones nacionales que se podrían quedar sin chamba.
Para no extenderme mucho con este tema, simplemente voy a dejar unas preguntas en el aire, o en el papel, o en la pantalla pues:
- ¿Cuántas expulsiones tontas más le vamos a perdonar a Rafa Márquez?
- ¿Cuántos goles más tiene que regalar Oswaldo Sánchez para darnos cuenta que no es el mejor portero para la selección? Al menos no hemos visto su ridículo brincoteo para tratar de detener un penalti. Ahí están Ochoa, Corona, Michel y unos otros que deberían estar en su lugar.
- ¿Si México no califica al mundial, de todas maneras vamos a ver los juegos en la televisión? Esa la respondo yo mismo: CLARO QUE SI!!! Por eso es que las televisoras se la llevan metiendo su cuchara en la selección. No les importa si vamos o no al mundial. Saben que de cualquier forma vamos a estar pegados a la pantalla, marcando para votar en sus encuestas y participando en sus telejuegos. La selección es lo de menos para ellos.
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