miércoles, 28 de octubre de 2009

¿Filosofando? – La teoría de las decisiones

Contrario a lo que se acostumbra leer en este sitio, la presente publicación está llena de seriedad, reflexiones y una serie de cuestionamientos acerca de las cosas que nos suceden día con día. Hace ya varios meses que esto a lo que llamo la “Teoría de las decisiones” me ha estado dando vueltas por la mente. Desconozco si existe alguna teoría similar y no es tampoco el objetivo de este blog hacer investigaciones con respecto a los temas que aquí se tratan ni mucho menos andar llenando las publicaciones de referencias a otros sitios.

El asunto con esta teoría es que todo lo que nos pasa se debe al hecho simple de haber tomado una decisión previa, la cual puede clasificarse en tres grupos, de la siguiente manera: buena o mala, correcta o incorrecta, adecuada o inadecuada. Por una decisión buena entendemos algo que no provoca daño a uno mismo o a otros, es decir, estamos valorando la bondad que existe en la decisión; por decisión correcta el hecho de apegarse a reglamentos o leyes de cualquier naturaleza; mientras que una decisión adecuada es aquella que es la óptima para una determinada situación.

De esta manera, la explicación de cualquier suceso se reduce a evaluar las decisiones previas que lo desencadenaron, ubicándolas en dichas categorías, volviendo inevitable el tratar de imaginar qué hubiera pasado en caso de haber tomado decisiones distintas. Algo más que se deriva de esta teoría es que nos vuelve responsables absolutos de todo lo que nos sucede, es decir, dejo de culpar a mi perro por comerse mi tarea, habiendo sido yo el que la dejó a su alcance, o habiendo sido yo el que decidió tener un perro.

Podemos así tomar cualquier situación y trazarla a través de las decisiones importantes que derivaron en ella. Y aquí es donde está la parte interesante, ya que cuando llegamos a algún momento de nuestras vidas que en ese entonces no entendimos o aceptamos, nos da la oportunidad de hacer una reflexión y comprender que algo bueno que nos está pasando actualmente es gracias a algo muy remoto que siempre habíamos considerado como una experiencia negativa.

La descripción de la teoría termina aquí, ya está bastante fumada como para que la publicación se extienda y se vuelva aún más complicada de digerir. Solamente nos queda por hacer una última reflexión: ¿cuál será la consecuencia de haber tomado la decisión de publicar esta teoría? El tiempo lo dirá.