jueves, 15 de septiembre de 2011

El complot de los llanteros

Hace unos días escuché un ruido mientras manejaba. Un ruido familiar por cierto, en un lugar donde hace algún tiempo ya lo había escuchado. Revisé las llantas del carro y, a diferencia de la ocasión anterior, vi que seguían completas, así que seguí mi camino. Al siguiente día me di cuenta que efectivamente la llanta había "adoptado" a algún objeto extraño que le estaba robando un poco del aire que la hace cumplir su función. Me dirigí a la llantera, y mientras sacaban tal objeto de la llanta, me pareció estar viendo a un mago sacar de su sombrero uno de esos interminables pañuelos.


Realmente me sorprendí cuando vi el pedazo de metal que salió de la llanta. Pensé primero en mala suerte por haberle pasado por encima, y al mismo tiempo buena suerte porque esta vez la llanta no quedó inservible, y porque no alcanzó a golpear el rin, que según el llantero a veces pasa y se llegan a quebrar. Más me sorprendí cuando, mientras esperaba que arreglaran y cambiaran la llanta, encontré al menos 3 más de esos "fierritos" en la llantera.

Esto nos lleva nuevamente a la teoría del complot (no del "compló", que es otra cosa). Si, el complot de los llanteros. El artefacto no se metió a la llanta cerca de la llantera a la que fui. Entonces puedo suponer que el sindicato de llanteros distribuye estos objetos y los esparcen en puntos estratégicos de la ciudad para así generar trabajo para todos. Se encajan en las llantas, vas a la llantera y lo recuperan para volverlo a poner a trabajar en las calles, generando así trabajo para todos ellos.

Complot o no, es una de las estrategias más eficaces para acelerar la economía del país.

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