Regresando de Obregón, después de pasar allá unos cuantos días, se dio la hora de comer en un lugar que se autodenomina "La Perla del Desierto", alias la dos veces heroica Caborca. Por consenso decidimos buscar unos pollos asados para comer. Recorriendo la única calle que existe en esa ciudad, ya que parece que todos los carros andaban por ahí, encontramos un lugar que se veía bastante decente, además que estaba abierto en domingo por la tarde. Pedimos un pollo asado, algo de ensalada y unas cocas. La comida estuvo bastante buena, y no fue solo por el hambre, la verdad es que tenía muy buen sabor. Altamente recomendable y como para regresar en un futuro.
La conclusión es que aún no se cual es el verdadero estilo Sinaloa con el que asan a los pobres pollos. Además, queda claro que entre más cerca de Sinaloa se prepare el pollo, mejor sabor tienen.
1 comentario:
Le falto decir GLORIOSA dos veces Heroíca Caborca jaja, no maestro y es o que no ha probado todo lo demas, le mando un saludo
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